Artículos de Coaching

Antes de iniciarse el proceso de coaching ya comienzan a aflorar en el coachee ciertos miedos e inseguridades, preguntas, justificaciones, momentos de rechazo, pensamientos positivos, se trata de un primer enfoque, de una primera reflexión que remueve los intereses y las intenciones del coachee con respecto a lo que quiere conseguir en el proceso de coaching.
Ésta primera reflexión previa al proceso ya genera un cambio, se siembran las bases para el autoconocimiento que facilita el saber hacia dónde uno/a se quiere dirigir.
Iniciado el proceso formal, la primera sesión va dirigida a la creación de un contexto de confianza, un contexto amable que facilite un grado de apertura del coachee  y la implicación del coachee en su proceso de desarrollo, así como, el tiempo de  dedicación a la obtención de los resultados que se proponga conseguir.
Durante el proceso del coaching, ya sea en la primera o en las siguientes sesiones, se analiza la situación actual, se fijan objetivos concretos, se definen planes de acción detallados y se provoca el aprendizaje de nuevas habilidades que comienzan siendo pequeños pasos o acciones a realizar en el tiempo transcurrido entre sesiones.
El método y/o las herramientas utilizadas durante el proceso de coaching van a ser los generadores de autoconciencia y de determinación para conseguir el deseado desarrollo personal, profesional o familiar, así como, los resultados derivados de él.
A nivel particular, el coaching ejecutivo produce un incremento del rendimiento profesional, contribuye al equilibrio de los principales roles (personal, familiar y profesional), desarrolla habilidades directivas, genera los resultados por los que se trabaja, desarrolla la creatividad, la confianza y la motivación.
A nivel empresarial el coaching ejecutivo facilita el trabajo en equipo, mejora resultados, incrementa la motivación, mejora la comunicación en la empresa, alinea con los objetivos de la empresa, contribuye a la innovación, etc.