Capítulo 11. Emociones Encontradas
La agente estaba sentada en el salón de mi casa, frente a mí, con un vaso de agua en la mano y cara de circunstancias graves. Se echó hacia delante, y me miró fijamente.
-Creemos que Sofía está implicada. [...]
La agente estaba sentada en el salón de mi casa, frente a mí, con un vaso de agua en la mano y cara de circunstancias graves. Se echó hacia delante, y me miró fijamente.
-Creemos que Sofía está implicada. [...]
La miré a los ojos. Sus ojos mostraban templanza, seguridad y cortesía. Tenía una mezcla de amabilidad y de firmeza en su mirada y sus palabras. Asintió y comenzó a explicarme la situación en la que, de repente, me encontraba. [...]
Hice una pequeña maleta de mano y cogí todo lo que consideré necesario para volar a Lisboa. Llamé a Matilde para decirle que tenía que ir de viaje y que me pasara con Pablo. Tras una breve conversación con mi hijo, que estaba a punto de acostarse, Matilde cogió el teléfono. [...]
Por suerte, llegué al último vuelo del día destino Lisboa, que salía a las 23.55. Había pensado ir al piso que Sofía tenía alquilado en Lisboa cuando llegase allí. Al día siguiente vería a Alonso, quien me ayudaría con el idioma y los conocimientos que tenía de la ciudad a buscar a Sofía. [...]
A las nueve de la mañana siguiente, estábamos en la puerta del edificio donde se encontraban las oficinas de Alogeas, la empresa que dirigía Sofía. Una vez dentro pregunté por Aurora, la Directora del Departamento de Operaciones. Me presenté como Jefe de Celéxion y le entregué mi tarjeta al recepcionista. [...]
Sofía se recuperó tras veinte días de ingreso en el Hospital. Los médicos mencionaron que había tenido mucha suerte. Los golpes que había recibido podrían haberle supuesto perder la vida. [...]
Ayudar a mejorar a las personas a largo de su vida para ser mejor es un reto que queremos compartir contigo.